Cuenta Pública dada por el rector del Colegio en Asamblea General, el día 04 de marzo de 2023. Este acto solemne se refiere a la gestión del año 2023, y considera: ámbito académico, proyectos y gestión económica.
Este compromiso con la educación de nuestros estudiantes lo hemos sostenido, incluso, en los momentos más duros de la pandemia. Cuando otros ni siquiera sabían qué hacer, nosotros teníamos un colegio ofreciendo el servicio educativo bajo las mejores condiciones sanitarias y pedagógicas en dicho contexto. Y este año volvimos a hacer insignes esfuerzos para nivelar a los estudiantes y, al mismo tiempo, atender, en la medida de nuestras posibilidades, a su bienestar socio-emocional.
A pesar de los graves y lamentables hechos de violencia que constatamos en establecimientos de todo el país, hoy podemos decir que las situaciones que vivimos al interior del colegio (casos de vulneración psicológica, indisciplina, maltrato y bullying) no se comparan con otras realidades nacionales ni regionales. No desconozco, ni niego, que hubo casos que dejaron al descubierto negligencias de nuestra parte, ya sea por falencias en protocolos, ya sea por respuestas tardías o ineficientes de quienes tenemos la responsabilidad de resguardar el bienestar de todos los miembros de la comunidad escolar. Pido perdón a quienes han sufrido a causa de respuestas inadecuadas o irresponsables en esta materia. Pero al mismo tiempo, agradezco la intervención oportuna y el trabajo constante de profesores, administrativos y directivos, quienes incluso más allá de sus perfiles profesionales y funciones dentro del establecimiento, han enfrentado y resuelto otras tantas situaciones vividas el 2022.
La verdad es que no conozco ningún colegio, ni director, que no haya experimentado durante el año conflictos relativos a convivencia. Es por eso que, fenómenos de esta naturaleza, deben ser analizados en perspectiva local, regional, nacional y mundial. La convivencia entre los seres humanos se está convirtiendo en un enorme escollo, que exige de nosotros discernimiento y acción conjunta. Frente a determinados hechos, a veces me preguntan qué está pasando, es decir, cuáles son las causas que explicarían ciertos eventos o tendencias que a todos nos desconciertan. Por ejemplo, desidia frente a las responsabilidades; aumento de trastornos socio-emocionales desde la temprana edad; ausencia de perspectivas futuras; subjetivismo de los valores y rechazo a las normas; narcisismo y deseos de éxito fácil, entre otros. No siempre tengo respuesta. Pero algo debemos decir y concluir, para saber en qué dirección avanzar.
Esta actitud de pugna permanente se nota más aún en los cursos mayores. Allí nos hemos encontrado con estudiantes y apoderados que asumieron formas de protagonismo contrarias a nuestros sellos educativos. Se trata de tendencias, estilos y modos de ser y convivir que medran o se consolidan en la medida en que los demás, por distintas razones, se los permitimos.
Sin desconocer estas nuevas y complejas dificultades, seguimos haciendo esfuerzos por brindar a todos las misma oportunidades educativas. Ello nos permitió cerrar el año con una matrícula total de 482 estudiantes, de los cuales o8 reprobaron el curso. Esta cifra representa el 1,65% del total de la población.
Por otra parte, sobre la base de la evaluación académica realizada al concluir el año 2022, y del informe emitido por la Jefa de UTP, concluimos que:
En todos los ciclos de enseñanza, y en cada asignatura del plan priorizado, se ha alcanzado una cobertura curricular por sobre el 90%, siendo el primer ciclo, pre-kínder y kínder, el de mayores avances en este sentido; y el cuarto ciclo, que comprende los cursos de primero a tercero medio, el de menor cobertura. Los OA pendientes serán nuevamente retomados al comenzar el año lectivo 2023.
Respecto de la calidad de los aprendizajes, en el ciclo preescolar la mayoría de los estudiantes alcanzaron un nivel de desempeño alto en las áreas de Lenguaje y Pensamiento Matemático, logrando que, en promedio, solo 4 estudiantes requieran de mayor nivelación en el siguiente curso.
En el segundo ciclo (1º a 4º básico), luego de aplicadas las Pruebas de Calidad de Aprendizaje, se puede observar que los porcentajes de estudiantes que se ubican en niveles de desempeño alto y medio alto fluctúan entre el 66% y el 91%, considerando los diversos objetivos evaluados.
En el tercer ciclo (5º a 8º básico) se ve una mayor disparidad respecto de los porcentajes de estudiantes que se ubican en niveles de desempeño alto y medio alto. De hecho, estos fluctúan entre el 12% y el 98%, considerando los diversos objetivos evaluados.
En el cuarto ciclo (Iº a IIIº medio) observamos algo similar a lo que sucede en el ciclo anterior: el porcentaje de estudiantes que se ubican en niveles de desempeño alto y medio alto, fluctúa entre el 16% y el 97%, considerando los diversos objetivos evaluados.
Estas grandes disparidades que observamos entre grupos de estudiantes, tiene que ver con el desmedro en la motivación al aprendizaje que constatamos en los casos de menor desempeño. Para algunos de ellos, la vuelta a la normalidad de las clases ha implicado graves dificultades para socializar con sus pares y gestionar sus emociones. Por lo mismo, durante el presente año seguiremos trabajando en el desarrollo de las competencias emocionales, para así mejorar la motivación intrínseca del estudiantado, y de esta forma, fortalecer el proceso de enseñanza aprendizaje y lograr disminuir las brechas.
Considerando estos resultados generales, podemos decir que estamos satisfechos de la gestión pedagógica de nuestros profesores y de los diversos equipos de liderazgo. Estoy seguro de que el esfuerzo que están realizando, y la forma en que se comprometen con los estudiantes, es el camino correcto para alcanzar los objetivos que nos proponemos, teniendo presente el incremento en la población estudiantil.
Para el año 2023, incluido el actual cuarto año medio, contamos con una matrícula de 525 estudiantes. Nuestra capacidad está prácticamente completa, y sin embargo las solicitudes de admisión continúan. Ello habla de una comuna que valora y aprecia este colegio, incluso me atrevo a decir, más de lo que lo aprecian algunos que ya forman parte de él.
Les pido, entonces, que estimen en gran medida lo que tienen. Me refiero a este hermoso y significativo proyecto, que juntos hemos venido construyendo. Pero que lo hagamos en verdad, con gestos y actos concretos. Y es aquí, en el compromiso general de los apoderados, donde también constatamos falencias que, indudablemente, repercuten en las brechas de aprendizajes de algunos estudiantes y en el ánimo del profesorado.
Es verdad que se trata de excepciones a la inmensa mayoría de ustedes, pero aún así, son experiencias que generan desgaste y tensiones dentro de la comunidad educativa. Buena parte de nosotros fuimos formados en un mundo en donde se nos alentaba a la responsabilidad y honestidad. Por eso, el desparpajo con el que se defienden situaciones insostenibles es, en ocasiones, abrumador. Al final de cuentas, parece que en estos tiempos y contextos nadie hace nada mal, todos somos venerables ciudadanos.
Cansados de estas realidades, más de un profesor dio muestras de agotamiento y desilusión; y de hecho, una presentó su renuncia para no verse expuesta al temor de nuevos hostigamientos. Son los tiempos que corren y las realidades a las que, por penoso que nos parezca, deberemos habituarnos. Son los mares en los que nos toca en suerte navegar.
Tengan presente que, además de lo ya señalado, en la actualidad lidiamos también con un tipo de apoderado y estudiante que es lento para colaborar, pero veloz a la hora de exigir beneficios. Cuando se trata de solicitar al Colegio recursos materiales y servicios educativos, lo hacen como si fuesen miembros de una comunidad educativa ABC1, ante la cual se presentan poco menos que accionistas. Sin embargo, al momento de tener que colaborar y aportar, mezquinan sus bienes tanto como lo harían las más paupérrimas personas. Es un tipo de ciudadano habituado a recibir beneficios, a suponer que otros, ya sea el Estado, ya sea la fundación sostenedora, tienen el deber y obligación de darles todo, sin que ellos se comprometan en nada.
Queridas familias del Colegio Amada Sofía, es imperioso y urgente cambiar de actitud si queremos un colegio de excelencia. Necesitamos celebrar los 70 años de fundación como una comunidad que se une en esfuerzos concretos, y no en promesas que diluye el tiempo. Al contrario, este 2023 requerimos sumar esfuerzos para motivar y movilizar personas, en especial a las que ustedes representan. Si hemos sido capaces de grandes logros e iniciativas, ¿por qué no lo seríamos de nuevo? Quiero y espero, por ejemplo, un Centro de padres reuniéndose mensualmente, con escrupulosa perseverancia, no para discutir sobre cuotas de dinero, sino para preguntarse en qué forma apoyarán los proyectos del Colegio. Así también, deseo volver a ver un Comité de Deportes promoviendo la vida saludable, y actividades deportivo-recreativas dentro y fuera de estas paredes. Y de igual manera, al Comité de Pastoral retomando aquellas iniciativas que la pandemia postergó, como los operativos solidarios en terreno y la Celebración del Día de la familia, entre otros.
Espero en Dios que mi fe en ustedes no se vea defraudada. En tal sentido, les comparto ahora los proyectos que nos proponemos.
Nota: todo lo que sigue a continuación es de financiamiento propio.
Pues bien, fieles a las enseñanzas de San Pablo, continuamos nuestro viaje en la misión que el Señor nos ha encomendado. Con el primer Cuarto año medio en la historia de esta familia paulina, podríamos decir que cumplimos nuestra promesa; que Dios, en su infinito amor y poder, nos ha traído hasta este momento privilegiado en la vida del Colegio. Con justa razón podríamos decir que hoy es el tiempo oportuno para abatir las velas y echar el ancla. Pero no lo haremos, porque el amor de Cristo nos urge (cf. 2 Co 5,14) a continuar navegando hacia nuevos mares. La enseñanza media ha sido solo un puerto al que debíamos llegar. Y lo hicimos con el corazón henchido de alegría y gratitud.
Ahora, en nombre de Dios los invito a levar el ancla para navegar hacia nuevos océanos y conquistar, así, los mundos futuros que se abren allá lejos, en los horizontes que aún ni siquiera sospechamos. Hacia ellos nos dirigimos. Como fieles hijos de San Pablo: «combatamos el buen combate de la fe» (cf. 2 Tim 4,7). Y hagámoslo con honor, para así cosechar la gloria que tributamos a Dios y hace que nuestras vidas tengan sentido y valor.
Que el Señor nos conceda un feliz y bendecido año escolar 2023.
Muchas gracias.